Ya soporté rechazos. Ya vi cosas que no quería ver. Ya me ilusioné por algo que no iba a ser jamás. Ya dije cosas que se malinterpretaron y me trajeron problemas. Ya me equivoqué. Tengo una colección de errores impresionantes. Pero lo mejor de todo esto es que el "Que hubiera pasado si...?" no existe en mi diccionario, porque prefiero equivocarme y aprender de eso antes que me torturen las dudas.